Esta herramienta SaaS es utilizada por empresas de servicios públicos y de mantenimiento de carreteras para programar eficazmente las intervenciones, gestionar los trabajos y organizar los equipos.
Después de que los desarrolladores trabajaran durante varios años con un diseñador gráfico para crear la interfaz de usuario del SaaS, llegaron a un punto en el que se acumulaba la frustración y no se cumplían las expectativas de los nuevos clientes potenciales.
Contrataron a nuestra agencia de UX para liberarse del círculo vicioso de arreglar cosas sin ver crecimiento. Querían un diseño de interfaz de usuario que sirviera para vender su SaaS.
Mapeo de requisitos
Investigación de usuarios
Benchmarking
UX Design
Creación de prototipos
UI Design - Light and Dark
Design System
Garantía de calidad
Cuando la experiencia de usuario de un SaaS ofrece beneficios tangibles a los usuarios, puede cobrarles más.
Ayudamos a nuestro cliente a determinar cómo la interfaz de usuario del SaaS puede ofrecer ventajas tangibles a los usuarios. Seguimos dos caminos para hacer operativos estos objetivos.
El primer camino fue la investigación de los usuarios, profundizando en aspectos concretos como la duración de cada tarea, los errores habituales de los usuarios y otros problemas que encontraban.
La segunda vía era deductiva y consistía en imaginar una versión ideal de los flujos de trabajo, en la que el sistema fuera más ágil y no existieran la mayoría de los factores que causan fricción.
El carácter sistemático de la recopilación y organización de estos detalles es lo que conduce a esos detalles de diseño superprácticos que tanto gustan a los usuarios.
Había tensión entre las necesidades contrapuestas de los distintos tipos de usuarios.
Por ejemplo, un programador y un director de operaciones necesitan ver más o menos las mismas cosas, pero las utilizan de formas muy distintas. Pero también puede haber tensiones entre las necesidades de un mismo usuario.
Desglosamos todo lo que hace cada usuario en microtareas para traducir un paisaje complejo en acciones relacionables para el usuario. Así pudimos generar soluciones para el día a día real y práctico del usuario, en lugar de "necesidades del usuario" genéricas.
El diseño para SaaS es un proceso que implica miles de decisiones individuales que se suman a la visión de conjunto. Las decisiones no pueden dejarse en manos del instinto o el "talento". Debe haber un sesgo más fundamental hacia las decisiones prácticas.
El diseño basado en pruebas es nuestro proceso preferido.
Un componente fundamental de este proceso racional y predecible es la recopilación de hechos y datos útiles procedentes del mayor número posible de fuentes. Esto se hace para triangular y organizar una perspectiva global de la realidad y el impacto de las decisiones de diseño.
Aunque la investigación de usuarios es una fuente de información primordial para diseñar el SaaS, otras fuentes como la investigación científica o los estudios de evaluación comparativa deben complementarla.
La utilidad del diseño de una plataforma SaaS no se deriva de la estética, sino de los pequeños detalles que resultan prácticos durante el uso real de SaaS. Esto fomenta la alineación entre un sistema abstracto complejo y las complejidades desordenadas de las personas que participan en el trabajo del mundo real.
Sin embargo, los detalles prácticos de diseño que mejoran enormemente la experiencia del usuario de SaaS no surgen por inspiración divina.
Por el contrario, son el resultado de un proceso meticuloso y bien organizado que tiene en cuenta la realidad cotidiana de los usuarios, la psicología del ser humano, en particular la aptitud digital de la población en general, y los patrones de comportamiento que muestra la gente cuando está estresada, aburrida o cansada.
También consideramos el diseño del SaaS desde la perspectiva de los flujos de trabajo, es decir, cómo las acciones individuales de los usuarios se suman para generar los resultados que busca la organización que los emplea.
En la práctica, esto significaba decidir entre lo que funciona bien en el micronivel de una tarea y lo que aporta coherencia y eficacia al conjunto que es una interfaz de usuario para un SaaS.
Aquí es donde el mapeo previo de las necesidades de los usuarios y los procesos organizativos añade mucho valor. Este esfuerzo consiste en seleccionar y combinar entre un generoso universo de posibilidades de diseño, con la claridad de lo que hay que conseguir para que el SaaS sea valioso para los clientes.
Una interacción fluida en la que la interfaz reacciona y se adapta continuamente conduce a una mejora de la productividad. La interfaz de usuario de un SaaS no debe ser estática en una cuadrícula.
Aunque el trabajo de diseño necesario para producir componentes interactivos es complejo, el resultado final para el usuario se traduce en una menor complejidad o carga cognitiva al interactuar con la interfaz.
Un aspecto en el que nos concentramos meticulosamente fue mantener la coherencia de estas interacciones a medida que pasábamos de la idea a la producción. Esto implicaba comunicar las interacciones tanto con prototipos en tiempo real que dieran a los interesados una sensación tangible, como con diagramas y documentación que ilustraran la lógica sistemática de las interacciones para los desarrolladores.
El diseño final de la interfaz de usuario para el SaaS es un sistema de componentes y comportamientos que se despliegan en contextos como configuraciones de elementos interactivos. Así es como la interfaz de usuario se adapta a las necesidades del usuario.
Los desarrolladores tradujeron este sistema a código y nosotros les ayudamos con una serie de medidas para quitarles parte de la carga: - Páginas individuales bien documentadas que muestran cómo debería ser el resultado final. - Todos y cada uno de los componentes meticulosamente documentados sin pasar por alto ningún detalle o estado. - Apoyo durante toda la implantación en forma de sesiones informativas, respuestas cuando se necesita ayuda o cuando hay que hacer comprobaciones.
Así, asumimos la responsabilidad del resultado final, que va mucho más allá de la entrega de simples diseños. Este apoyo es indefinido. En el caso de este proyecto SaaS en concreto, incluso un año después de la entrega, mientras seguían implementando cambios, respondimos a sus preguntas en tiempo real como si estuviéramos dentro de su equipo.
El diseño de esta plataforma SaaS aúna tres perspectivas: la estrategia empresarial de seguir siendo relevante para los clientes, las necesidades diarias de los usuarios y la hoja de ruta técnica.
Las decisiones de diseño se tomaron sistemáticamente sobre la base de dilucidar las implicaciones concretas de las tres realidades y, además, sondear las consecuencias de los diversos compromisos entre necesidades contrapuestas.
La nueva experiencia de usuario se compone de pequeños detalles que aportan mejoras tangibles a lo que hacen los usuarios y a cómo lo hacen, junto con diseños que permiten flujos de trabajo flexibles para organizaciones con procesos diferentes.
La implantación del diseño fue como la seda porque se concibió como un sistema coherente y porque prestamos mucho apoyo a los desarrolladores. Este apoyo consistió en acompañarles durante todo el periodo de implantación y aportar una actitud de "sí se puede" a la hora de resolver los retos técnicos.
Este proyecto ha requerido mucho esfuerzo y dedicación. Esa es la única forma de crear un diseño SaaS de primera clase.